La niebla está compuesta por diminutas gotas de agua (1-40 μm de diámetro) suspendidas en el aire, formando una nube en contacto con la superficie de la tierra.
El fundamento de la captación pasiva de agua de niebla, se basa en la condensación de estas diminutas gotas sobre la superficie de una malla (de polipropileno, por lo general). Posteriormente descienden por la malla y se recogen en una canaleta situada en la parte inferior de la estructura, que conduce el agua hasta un depósito.